Padecimientos

Astigmatismo

El astigmatismo es un defecto refractivo que provoca que las imágenes se enfoquen sobre la retina de forma distorsionada, afectando a la visión de cerca y de lejos. El astigmatismo puede aparecer solo o asociado a miopía o hipermetropía, y suele ser estable durante toda la vida. Es importante aclarar que si existe un aumento progresivo del astigmatismo, probablemente nos encontremos ante una ectasia, como queratocono o degeneración marginal pelúcida, las cuales requieren un manejo especial y vigilancia por parte del especialista en córnea. Generalmente proviene de un problema en la curvatura de la córnea que impide el enfoque claro de los objetos cercanos y lejanos. La córnea pierde su forma esférica, adoptando una forma elíptica u ovalada. La causa de esta irregularidad suele estar determinada genéticamente, aunque también puede producirse como consecuencia de traumatismos, enfermedades o tras intervenciones quirúrgicas (como el trasplante de córnea). Los síntomas más habituales son:
•   Percepción de las imágenes distorsionadas (síntoma más frecuente).
•   Agudeza visual de lejos deficiente.
•   Problemas para el cambio de visión lejos/cerca.
•   Dificultades para ver detalles sutiles, ya sea de cerca o a distancia.
•   Dolores de cabeza, dolores oculares o mareos, como resultado del esfuerzo muscular que realiza el ojo al intentar compensar el defecto con la acomodación del cristalino.
El astigmatismo se puede corregir mediante lentes de armazón o lentes de contacto tóricas. Si se quiere prescindir de gafas o lentillas, también existen soluciones quirúrgicas. La cirugía refractiva incluye diversos tratamientos en función de la especificidad de cada diagnóstico:
     Láser excimer: se aplica en el grosor de la córnea, pudiendo corregir astigmatismos medios.
     Técnica incisional (queratotomías arcuatas): consiste en realizar unas incisiones en la superficie corneal y está indicada para astigmatismos altos.
     Lentes intraoculares tóricas: pueden ser fáquicas (se implantan entre la córnea y el cristalino) y pseudofáquicas (sustituyen al cristalino). Se utiliza habitualmente para corregir astigmatismos altos. Para determinar la técnica más adecuada en cada caso es importante ponerse en manos del oftalmólogo.
Cerca del 80% del éxito de la cirugía dependerá de un buen diagnóstico y de la correcta indicación del tipo de intervención a realizar.